POR EL CIRCUITO OCCIDENTAL - LA TUMBA DE LA ENCRUCIJADA
Dos cuentos.
El primero, cuenta la historia de Edith Harnham, una mujer casada de treinta años, residente del pueblo de Melchester y de Anna, la criada que Edith trajo a vivir consigo y trata de educar. La vida de las dos cambia cuando conocen al apuesto abogado londinense Charles que ha llegado al pueblo por asuntos profesionales y quien despierta en la señora Harnham emociones nuevas, diferentes a las que le inspirasu vida monótona. Sin embargo, es su criada y no ella quien se relaciona sentimentalmente con el abogado, resultando en un embarazo. Charles, que está en Londres ahora, no sabe esto último así que le envían una carta, pero es Edith y no Anna quien escribe debido a la limitada educación de la criada. Y es en esta y sucesivas misivas donde la señora Harnham ve la oportunidad de expresar su pasión hacia Charles con la esperanza de que tal vez... Charles piensa que es Anna quien escribe.
En el segundo cuento, asistimos al entierro sin pena, ni gloria, ni ataúd y en plena noche de Navidad de un anciano general suicida en un cruce de caminos, pues la Iglesia le ha negado el cementerio por la condición del occiso. Su hijo Luke, recién llegado del frente de guerra, al enterarse del triste hecho no puede apartar la culpa de sí. ¿Por qué? Pues él escribió una carta a su padre acusándole de arruinar su vida al obligarlo a unirse al ejército. El padre no aguantó semejante mensaje y se suicidó. Ahora el hijo busca redimirse, busca perdón y el primer paso que debe dar es mover el cadáver sin ataúd de la encrucijada a un lugar más digno. Una cosa es desear y otra, es que se haga realidad.
Con estos dos personajes, Thomas Hardy, escritor inglés del siglo XIX y representante del Realismo, nos muestra una fotografía de la vida con enfoques pesimistas, donde somos juguetes del destino indiferente con nosotros. Nos hace pensar que es la vida la que nos controla, que podemos desear, ilusionar, buscar perdón trabajar para conseguirlo para terminar en la desesperanza. Ante esto solo podemos resignarnos.
La idea anterior que maneja el autor se ve matizada con un poco de ironía, y con un llevar la trama que al inicio hace pensar que sí podrán conseguir lo que se proponen, aunque el final es diferente. Complementa a esto las maravillosas descripciones contrastando ámbitos y personajes como la ciudad con el campo, la vida monótona de unos con la alegría de otros. Un uso del lenguaje preciso, necesario y atención al detalle que nos atrapa nada más empezar y que hace que estos cuentos sean leídos de un tirón en una tarde.
¡Disfrútalo!
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